Y hoy tengo ganas de escribir tanto pero tanto.
Hoy tengo ganas de correr hacía ti como en aquel sueño, mirar tus ojos y ver que aquellos ojos ya no sufren, ver que aquellos ojos brillan aunque no sean por mí. Ver que esos ojos brillan de amor, de amor que no me pertenece a mí, de amor puro y sincero que a ti te hace feliz, y a mí al mismo tiempo.
Tú sonrisa, la más linda de todas, la más dulce, la que me hacía volar a los lugares más lejanos, la que cuando mi alma desfallecía, vos sonreías para mí y era el mejor remedio para mi alma. Tú sonrisa, estaba radiante en aquel sueño, tú olor ese olor antiguo perduraba, y yo entre tus brazos volaba.
Tengo todo tan claro, tengo todo tan calculado. Y la ausencia todos los días esta más presente, (tú ausencia) mi mejor amiga.
Hace más o menos algunas semanas las cosas tantearon terreno, tú te desapareciste y muy poco sé de ti. Debido a esas semanas tuve que cambiar, me arme de fuerza, e intente llenar mi alma de ánimo. Yo aún pienso en eso, aún recuerdo en eso, aún amo eso.
Y sí así es, que mejor que soñar con eso, sentir esos olores, recorrer esos lugares, y mirar aquellos ojos tan felices. Yo que me muero por algo.
Debo ser como un pajarito como dice ella, debo ser fuerte como dice ella, debo ser feliz como dice ella, debo seguir amando con esas infinitas ganas como dice ella. Y yo a ella la admiro, yo a ella la quiero. Ella me dice que debo congelarme. Ella dice que mis ojos le cuentan tantas historias con el sólo hecho de mirarlos.
Tengo tantos secretos escondidos, tantos secretos que me encantaría que supieras, tantos momentos que me encantaría que compartieras conmigo. Yo podría describirte lo hermoso que me haz hecho sentir, yo podría decirte que llegaste a darme vida, vida a algo que siempre estuvo muerto. Y aunque yo ya no pertenezca a tú vida, y a tu día a día, no importa. Y aunque yo pertenezca a un olvido, no importa. Yo jamás me cansaré de escribirle a un fantasma.
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