Vuela, haz piruetas... regala tu cuerpo y ven luego a que yo te lama las heridas, limpia tu conciencia en el silencio, de estos ojos inocentes que no saben tu delito... y pídeme clemencia sin decírmelo, con tus manos, con tus besos, con un no te cambio por nada... porque siempre vuelvo... porque soy adicta a ti... porque siempre acaban pesando mas tus caricias que otros brazos... porque estoy encadenada en libertad a no poder dejarte... Porque al final el amor que siento por ti siempre pesa mas que todo... porque quiero cubrir todas tus necesidades dejando que tu cubras las que yo no puedo...

Vuela... y no seas un pájaro de alas rotas... pero no me digas donde has estado...no me pidas el consentimiento de arriesgarme, no sientas la necesidad de impunidad... sé coherente y al llegar a casa ámame mas....hasta que un día hayas alimentado tanto este amor... que sea evidente que no necesitas volar.