Es casi igual, es el mismo dolor que se siente al de despertar temprano por la mañana, y ver cómo es la realidad. Cómo duele despertarse de los sueños más lindos, cómo duele desterrarse a los lugares más maravillosos, y ver que nada es así.
Tan difícil cómo bajar las estrellas del cielo, tan difícil cómo hundirse en lo calido de sus brazos. La lluvia de sus ojos abunda casi toda la ciudad. El tiempo cambió, todo cambió. Déjate de creer que algo vendrá, si eso nunca llegará, déjate de pensar que todo lo lindo que estuvo estará. Para nunca más.
Yo hice mis intentos, yo ame, yo grité, yo di amor, yo di comprensión, confianza, seguridad, besos, abrazos y mientras los di fuí feliz. Y ahora no son necesarios.
Es momento, mi momento.
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