A veces a pesar de todo pienso que te amo, que las hay mejor que tu tal ves... a ti que nadie entiende que te ame en esos dias te amo. Luego mi cabeza se convierte en revolver y en el cargador una sola bala.... Vacio y vuelve a girar en la maldita ruleta rusa y trago saliva como si supiera que la unica bala que queda saldra por la boca de la pistola disparando sobre lo puro, sobre lo cierto, sobre la tierra virgen de formalismos... Y siento el disparo que suena a dignidad, a autoestima y es entonces cuando ya no te amo por amor propio.